domingo, 8 de junio de 2008

Pobre petirrojo ciego

Ante la buena acojida por parte del público femenino de las dos primeras, he decidido que quizás no haga ningún daño publicando una tercera poesía. Al fin y al cabo, si no os gusta el tema lo único que tenéis que hacer es no pulsar el botón seguir leyendo. Y si os gusta, pues agradezco cualquier comentario. Salvo otra bronca del mago por publicar tres entradas en el espacio de unas pocas horas. Macho, no puedo evitarlo, jajajaja.

Pobre petirrojo ciego

Fuiste lo que fuiste, lo que quisiste:
único pájaro de mi nido triste,
fuiste en ti misma, libre
y hermosamente libre volaste,
me volaste enteramente imposible.
Pobre ave, nunca comprendiste,
no eran los luceros en tu cielo
las marcas de un eterno vuelo,
eran cuentas de un viejo rosario
portadas por ángeles de amianto
en los tejados de nuestro sudario.
Supe que tu llegada era tu huida,
tan orgullosa de tus alas blancas
franquicia de paraíso abandonado
y no te avisé que en tu barriga
había dibujado algo el diablo
cubierto por el capote de tu pecho,
vestido perfecto para ese cuerpo
tan joven y a la vez tan viejo,
tan vivo y a la vez tan muerto
color de la flor de tus espinas,
ay, pobre petirrojo ciego,
contra el que las nubes embestían.
No entendiste que tus mentiras
eran balas que te alcanzarían,
pensabas que me tenías, y mi placer
fue hacértelo creer, y te decía:
te quiero, mientras tu caías,
soy tuyo, mientras ignorabas
que por devolverte siempre una sonrisa
una herida cicatrizó en mi cara.
La ambición agitadora de tus plumas
murió dilapidada entre caricias
sobre besos que te olvidarían
entre los que el tiempo traicionero
filtraba ágil su sabor rancio.
No me mires así, alondra mía,
también fui yo víctima de sus cambios;
la juventud, cuanto más la necesitas,
más te va dejando de lado.
Ignorante animalito alado,
brindé mis lágrimas de barro
contra tu inanimado cuerpo,
por primera vez desde que te vi
sonreí sin ningún esfuerzo,
sin reprimir, porque para qué,
un pequeño gesto de desprecio.


2 Hielos:

Anónimo dijo...

da vértigo

paredes dijo...

me gusta, que triste, que malo eres, que identificación más absurda de años atrás, que psicología invertida más difícil...no es un poema que te ponga feliz, estás muerto por dentro como chedler xd