Cronotaja Nº20 - El Regreso

A las buenas mañanas de horrible resaca, escoria que lee.

He vuelto. Y lo puedo demostrar.

¡Gentuza! ¡Escoria! ¡Abstemios! ¿Veis?

He regresado para libraros por un rato de la mierda de posts sobre EMOkids, queimada, híbridos y ¿cultura? con los que nos "entretienen" los demás gaiteiros. Y demos gracias a los Cien Gaiteiros Dorados por la existencia de Capitulo 93, por lo menos ahora ya no tenemos poesías...

Bueno, vayamos al grano. Leed y disfrutad, escoria.

Cronotaja Nº20 - El Regreso.

La noche empezó como hacía tiempo que no empezaba ninguna. El pekeñín, el EigoNeno, el hombre más fuerte del mundo y un servidor (lo de las formas de hablar y demás mierdas ya lo habíamos comentado antes, no?) cenando en Casa Lito mientras nos emborrachamos. Y emborracharnos se nos da jodidamente bien.

Así que mientras nos bebíamos nuestras dos botellitas de Ron (¡hereje!) a base de enormes copazas de las que me hacen feliz, hicimos planes de viaje (desde los SanFermines a Brighton), obscenidades, comentarios sobre la anorexia y planes para vender el desnutrido cuerpo de Lito a sudorosos efebófilos.

Una noche completita.

Despues de recibir llamadas de Chema "Soy incapaz de vocalizar, son las once y me acabo de despertar. Pero molo porque soy poeta" Gonzalez y de Gerard el Divertido (que es todo un avance después del Drogadicto Tembloroso) para que dejasemos de alcoholizarnos en casa y bajasemos a alcoholizarnos a la Playa, decidimos bajar al Orzán.

Y al Orzán llegamos. SanJuan. Había fuego, había hogueras y (gracias a los Cien Gaiteiros Dorados) seguía habiendo alcohol.

Las primeras horas de estancia playera están un poco difusas, no recuerdo llevar una gran papa (una veraddera pena), pero la verdad es que hay un rato del que no tengo ningún recuerdo digno de mención. Sino simplemente más de lo mismo. Arena, fuego, alcohol y gente.

Pero después llegó lo interesante.

Para empezar perdí a River, al Pekeñín y a ElEigoNeno. Probablemente estuviesen comaetílicos tirados cerca de alguna hoguera. No lo se. Y no me importa un carajo. Si sus noches fuesen entretenidas escribirían ellos las putas Cronotajas.

Así que una vez perdidos el hombre más fuerte del mundo, el culo favorito de los efebófilos y el animal selvático, me tuve que conformar con la compañía de Chema. Supongo que podría haber sido peor...ummmm... ¿no?

Dimos tumbos, nos paseamos, saltamos una hoguera, bebimos y después Chema me presentó al FabuClán.

Bueno, conocí a dos Fabus de tres. Porque he estado tuentinvestigando y falta la FabuRubia (digna de mención). Estaba la Fabu de los Enormes Ojazos Azules y la famosa AnitaFabu. Chicas majas, ellas.

Creo que a la Fabu favorita de Chema (no digo su nombre para guardarle el secreto) no le caí especialmente bien. Algo sobre que yo era una decepción o asín.

Ya.

Eso es lo que pasa por ser tan jodidamente chupipiruli como vuestro Capitán, gaiteiros. Que después decepcionas si no llevas una chuleta con comentarios interesantes.

Según Chema (¡vendido!) fui derrotado en una batalla dialéctica. Es bastante probable. Es decir, me duele, si, pero no sería la primera vez. Claro que después me consolé. No pudo ser tan horrible... es decir... dijo que Gerard le parecía un tío muy gracioso.

Te quiero, Drogadicto Tembloroso. Pero "muy gracioso" no es como yo te describiría.

Finalmente dejamos la compañía del FabuClán y tiramos para el Orzán.

Nos encontramos a Gus y a estos que se iban para Las Lapas, pero nosotros decidimos no ir y seguimos hasta el Grietax. Allí nos tomamos unas copichuelas molestamos a Cynthia todo lo que buenamente pudimos y charlamos con Pablo.

Después de un par de intentos fallidos de entrar en diversos garitos (fallidos porque ya estaban cerrando), se nos ocurrió la magnífica idea de ir hasta el GadoGado. Que resulta que también estaba cerrado.

Al final acabamos en ese antro subterráneo llamado La Terraza. Dimos la bienvenida a un par de 100Pipers más y charlamos mientras la escoria cliente de la Terraza se revolvía a nuestro alrededor.

Así fue la noche de ayer. Un SanJuan más. Un par de nuevas heridas de guerra (ahora ya se que no es recomendable apoyar la mano en las brasas) y una nueva Cronotaja.

Hemos vuelto, gentuza.

Quien quiera venirse hoy al cine a ver Hulk que me lo haga saber.

Que los Cien Gaiteiros Dorados guíen vuestras tajas y emborrachen a vuestras mujeres.

Mucha fiesta y a pasarlo bien.