sábado, 7 de junio de 2008

Chemataja nº3: La deserción del Capitán (primera parte)

Bueno, hacía mucho tiempo. Mucho tiempo que no me veía compelido a escribir una chemataja. La verdad, no debería hacerlo. Definitivamente, ayer perdí una gran parte de las pocas facultades que me quedaban por perder. Creo que el habla y la escritura entre ellas. Buscaba inspiración, y vaya si la encontré, pero me temo que muere antes de salir afuera.

Pero es que esta fue la noche en que el capitán no bajó. La noche en que abandonó al ejército a su suerte. Para ver como era un examen. La palabra marikita, cuando salga de sus labios, no volverá a tener el mismo significado. Es como si el capitán de tu ejército falta a una batalla crucial para leer la carta que le ha enviado su novio Ernesto desde casa, adjuntando fotos de como le da por culo el vecino Raúl.

Pero aquí estoy yo. Cumpliendo con mi deber. Y si la resaca me deja respirar, intentaré esbozaros más o menos cómo fue la noche. La noche de la deserción del Capitán.

Bueno. Resaca no. Es un nuevo género. Podría suicidarme. Sólo con apretar los ojos. Podría hacerlo. Así que tengo cuidado. Y no pestañeo demasiado. Más que nada por no estropear el teclado. Porque me duele tanto la cabeza que sería un placer pararlo. Fuese cual fuese el resultado.

Tiro la cabeza hacia atrás, para ver como empezó todo. Yo estaba sentado en un taburete de la Mathews. Sony estaba a mi lado. Primero hablaba con su abuela. Después con Sara, la chica de Ponferrada. Después yo hablaba con Sara. A los 30 segundos surgió el amor. Tengo su móvil y va a venir a verme en San Juan (si, lo sé, suena un poco egocéntrico, cualquiera pensaría que viene a ver a su amiga, pero esta es mi-puta-chemataja y las cosas son como yo quiera que sean). Así es el amor del siglo XXI querida escoria, rápido y por el móvil.

Tras un largo y ameno período de tiempo, apareció Pablito con su escolta femenina. Con lo que hicimos mudanza a una mesa. Era digno de ver. Un trío de chicas. Pablo Ramos. Y yo. Una imagen para recordar, fruto de las prestaciones sociales del destino (o de que todavía no han tenido tiempo de comprobar lo hijos de puta tarados que somos, yo en especial, menos una de ellas, que creo que es casi tan hija de puta tarada como yo). La conversación además era fluida. Y más cuando Sony miró hacia abajo y se dio cuenta de que habían pasado las 12 y todavía estaba bebiendo cerveza (algo muy pecaminoso en su religión, la religión de Sony, de la que hablaremos en otro post futuro y quizás inexistente). Así que ron para todos (tres rondas).

Después de unas cuantas raciones de exaltación de la amistad e invitaciones y planes de viaje para el verano, surgió el yo interior de Pablo Ramos, A.K.A. Está-más-buena-que-una-polla. El sistema era más o menos así:

1.Imitación de Pablo Ramos.
2. Coletilla ofensiva de Sony.
3. Carcajada generalizada.

Hasta que llegó Gus, sudoroso y en un tratamiento hormonal que le obligó a tomar una mísera cocacola. La conversación se dividió en dos. Una de hombres, sobre violencia y sangre. Otra de mujeres, sobre... mmm... sexo, orgías y esas cosas. En honor a mi capiapodo podéis imaginar en cuál estuve.

Salimos de ahí, que ya era una hora adecuada, y aprovechando la distracción de los otros dos varones debida a la aparición de un filipino (Pablo y Gus son reconocidos miembros del movimiento secret-skin-heards-without-skin-heard) yo me llevé a las chicas. Mi plan era montar una orgía, si, pero los hijos de puta aparecieron de la nada otra vez para frustrar mis planes (que continuaban por el dominio mundial con la creación de una nueva raza basada en mi, futuramente conocido como Génesis o El-gancho-es-nuestro-amigo, todavía no lo tengo claro). Así que fuimos al Kántaro, no sin antes obligar a un grupo de chicas a elegir entre hacernos una foto o una mamada. Optaron por la primera opción. Y he aquí el resultado:


(Yo soy el guapo)

En el Kántaro las cosas se desmadraron un poco. Ellas optaron por un chupito de tequila seguido de otro naranja que sabía muy bien. Lo sé porque ahí fue cuando comenzó la obsesión de Sony por emborracharme. Creo que escuché el bebe como 30 veces en toda la noche. Me desperté esta mañana y todavía lo tenía en la cabeza. Dolor y una voz de mujer diciendo bebe. Es como una película.

Pero claro, yo también colaboré. Bebí tres de tequilas del tirón y una copa. Mientras Gus y Pablo trataban temas en una esquina tan apasionantes como: “Hey, y si probamos todas las drogas del mundo?” Yo me dediqué a bailar con el grupo de chicas que me iban cayendo de bien en mejor. Las más activas fueron las nuevas. Sony también bailó. Aunque hubo momentos en que estaba pensativa. Si no fuese porque con tanto alcohol encima pensar es imposible. Su cabeza debía ser más o menos como la de Homer Simpson pensando en donuts, pues compartían expresión, pero pasé de preguntar cuales serían los donuts de Sony en ese momento...

Después, parada obligatoria. Tandem. Bueno, parada no. Porque ya no volví a salir de allí. Mi mente al menos quedó ahí anclada, y creo que mi cuerpo salió ya directo hacia el Playa. Los recuerdos empiezan a tornarse borrosos y confusos. Recuerdo pedir muchas copas. Muchas. Como tres o cuatro. Y quizás más que se perdieron en mi memoria. Recuerdo conocer al famoso Marcosmister, buen taxista. Recuerdo que bailé mucho entre la barra y un grupo de chicas incrementado por la llegada de las de 5º. Muy majas todas. Y que hacía mucho que no me tocaban tanto el culo. Recuerdo que todos se fueron y me dejaron sólo con Sony. Hijos de puta, fue mi sentencia de muerte. Recuerdo a Bisbal, y decirle que era un pringao, que el que molaba era Bustamante. También recuerdo decirle que no se preocupase, que el más pringao de todos era el tío de la corbata blanca, al que tengo la sensación de que no le caí muy bien. Y ya no recuerdo más cosas. Aunque la noche siguió y vaya si siguió. A las pruebas me remito:

“chema no tea kuerdas k te enamoraste en el tandem de dos personas un xiko y una xikaa k lo sepas ai se demustra su bisexualidad jajajajjaajajaa...ya te pasare un informe de tu noche..xk dspues en el gado nu se dnd koño te metiste xcierto xk entramos me sente y de repente nu se dnd tabas jajajajajaja...no puede ser tiooo asi noooo!!! tp te akordaras de mi xaleko reflectante verdad?? jajajajajajajaj...y de tus bailes solo en el playa y yo chema ven no kedes ai solo y tu k kero bailar solooo jajajajajajaja weno mjor no sigo kontando kossaasss....xk chemita eres un ggrande tiooo!!!! jaajjajajaja...” (by Sony)

Por eso esta es la primera parte de la Chemataja. Aunque mucho me temo que la segunda nunca será escrita. No sigáis mi camino, chicos, porque yo hace mucho que lo he perdido. Un abrazo.


2 Hielos:

One Eyed Joe dijo...

Siempre recordare el dia que vi la foto de Ernesto con su vecino Raul. Me rompio el corazon... fue el principio del fin!

Lo mejor es que aunque no saliese, tengo mi parrafo dedicado y todo. Si es que soy nocturnamente imprescindible!!

Lo de quedarme con su pie izquierdo sigue en pie, no?

Anónimo dijo...

Jajajajajaja buena Chemataja, vas puliendo tu estilo.